Patrimonio

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Y a pesar de que había recibido varias cantidades de dinero, en la aprobación de cuentas del 21 de noviembre de 1702 se señala que "no ha puesto en execución dicha scriptura", el retablo no llegó a entregarse en la fecha fijada, que era antes de la cruz de y se entregó hacia 1707.

Como otros retablos, el de Fuente de Santa Cruz consta de un cuerpo con tres calles y ático semicircular.

Esta obra, obviamente de madurez, presenta como novedades más destacables la cruz de madera de la hornacina central, la esbeltez de la custodia o tabernáculo, las pinturas del sotobanco y los adornos entre los modillones del friso por encima de las columnas; amén de los capiteles que son compuestos y el elemento decorativo avenerado que aquí se muestra visiblemente repetido porque el resto de la obra sigue pautas anteriores, aunque claramente mejoradas. El coste de dicho retablo se cree que fue de 12000 reales de vellón. Las pinturas que representan a la Inmaculada Concepción en el ático, a San Pedro y San Francisco en las calles laterales y dos escenas de la leyenda de la Vera Cruz en el sotobanco, no estaban incluidas en dicho importe y corrían por parte de la iglesia y vecinos del citado lugar.

Es de estilo barroco, y se pueden apreciar las características propias de los retablos que nos han llegado de Juan de Ferreras.

Mientras que la impronta de José de Churriguera se puede apreciar en el resto de la obra, sobre todo en el abigarramiento decorativo y en las molduras de los vanos con su peculiar forma truncada del arco con respecto al rectángulo.

Cabe destacar que la traza de este retablo se debe a Churriguera.