En Fuente de Santa Cruz, podemos gozar del paisaje típico castellano, de sus llanuras amarillentas onduladas por el aire del verano, donde las espigas se mecen y como cúpula del paisaje, el intenso azul inigualable de Castilla. El observador ante esta visión cromática pierde su mirada en el infinito, y siente la tranquilidad que las grandes ciudades y la vida actual cruelmente le niega.
A principios del siglo XX llegó a tener casi 900 habitantes, disponía de múltiples y variados servicios como farmacia, posadas, carnicerías, cuartel de Guardia Civil, tiendas de ultramarinos, panaderías, herrerías, carpinterías, etc.
A mediados de los 60 sufrió la primera emigración de sus gentes hacia otros lugares de España y Europa (Navarra, Cataluña, País Vasco, Madrid, Francia, Alemania, etc..). Desde entonces hasta el día de hoy ha ido perdiendo población, tanto por envejecimiento como porque los jóvenes se han ido a estudiar fuera, aunque algunos siguen trabajando en el campo.
Fuente de Santa Cruz es un pueblo eminentemente agrícola, tiene alrededor de 1730 hectáreas, dedicadas fundamentalmente al cultivo de secano (herbáceos, oleaginosas..etc).
En los últimos años ha aparecido con gran fuerza el regadío, se cultivan remolachas, zanahorias y patatas, ésta última de gran calidad.
La ganadería se reduce a un rebaño de 600 ovejas y algunos cerdos de explotación exclusivamente familiar, por lo que se siguen celebrando las típicas matanzas en el tiempo frío.
Siempre ha existido gran tradición vinícola, hace 50 años el viñedo ocupaba la mitad del término, eso explica las numerosas bodegas abovedadas que aun existen en el subsuelo de algunas casas y siguiendo esa tradición se sigue vendimiando a finales del verano y algunas familias pisan la uva y hacen vino para el consumo familiar.
En 1972, todos los vecinos de Fuente de Santa Cruz colaboraron en las obras de pavimentación y saneamiento del pueblo, impulsados por el entonces Alcalde Don José Gil Escudero que tanto hizo por el pueblo.